La hija del diablo, de Lisa Kleypas

Sí, venimos a hablar de «nuestro» libro, porque así consideramos un poquito a todas nuestras traducciones, así que La hija del diablo, de Lisa Kleypas, quinta entrega de la serie Los Ravenel (el anterior, Como dos extraños, también lo tradujimos nosotras) no iba a ser menos.

Portada de La hija del diablo, de Lisa Kleypas
Portada de La hija del diablo, de Lisa Kleypas

Claro que, para no perder la costumbre, vamos a tirar de un apodo curioso, históricamente verídico, que nos vino muy bien para solventar un juego de palabras con doble sentido.

Veréis, necesitábamos algo que tuviera connotación sexual en español pero que estuviera relacionado con la agricultura. Fácil, ¿no? Para eso están los nabos… Ejem. Pero es que además necesitábamos que encajase con algo relacionado con la agricultura que mereciera la pena un libro o dos.

Y aquí es donde aparece el conocido como «lord Turnip», que literalmente es «lord Nabo», apodo que se ganó por su obsesión con los nabos. Este querido caballero, que en realidad se llamaba Charles Townsend, segundo vizconde de Townsend (nacido en Norfolk), inventó lo que se conoce como el sistema Norfolk, que no es ni más ni menos que la rotación de cultivos, introduciendo las plantas forrajeras y eliminando el barbecho.

Tampoco es para tanto, se podría pensar. Pero sí que lo fue, porque eso permitió meter al ganado en establos y alimentarlos con forraje (ajá, lo de las plantas de antes), lo que lo sacó de los campos de cultivo, liberando más terreno y haciendo que su rendimiento, y sus ganancias, fuera mayor. Por no hablar del negocio con el ganado.

Todo esto, acompañado de los avances tecnológicos sucesivos, es lo que tanto emociona a West, el protagonista de La hija del diablo. ¿La maquinaria que sale? Lo último para la época. ¿La forma en la que estaban divididos los terrenos de labor en la propiedad de Phoebe? Una aberración para los nuevos tiempos que corrían, pero absolutamente real también.

La serie de Los Ravenel es muy refrescante en ese sentido, porque la última mitad del siglo XIX fue increíble en cuanto a avances de todo tipo. De hecho, ya pudimos ver un poquito de lo que se avecinaba con Secretos de una noche de verano, el primer libro de las Florero, con la fundición de Simon Hunt, pero en esta serie Lisa Kleypas explora más las diferencias sociales entre clases y cómo la sociedad en sí cambiaba a marchas forzadas, arrastrada por los avances científicos y técnicos.

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