Pues tal y como llevamos soñando varios meses de trabajo ininterrumpido (y con plazos tirando a cortos), por fin ha llegado el descanso del guerrero y podemos tomarnos unos días de vacaciones. El aire acondicionado no lo vamos a poder apagar, pero el ordenador, nuestra fuente de alegrías y desdichas, va a ser que sí.
Nuestras expectativas vacacionales son muy simples: descansar, descansar y descansar. No tocar una tecla a no ser que sea estrictamente necesario y/o imperativo vital. Y desconectar. Ah, qué idea más maravillosa la de desconectar, y eso que no es que nos prodiguemos en las redes, escasez producto de una mezcla de timidez innata y de la (sana a nuestro entender) creencia de que tampoco hay tanta gente a la que le interese lo que hagamos/pensemos/digamos.
Uf, y ahora parece que pontificamos… ¡Vade retro! Es el calor, vais a tener que disculparnos.
En fin, a lo que íbamos, a las vacaciones.
El objetivo va a ser este:
El cachorro es una monada y la hamaca también. Lo de la playa y el sol no nos gusta tanto, pero también se puede colgar la hamaca en algún lugar a la sombra. O echarse una buena siesta debajo del aire acondicionado… Los detalles están todavía un poco difusos.
Sea como sea, disfrutad de vacaciones si las tenéis y si no, mucha levedad en el ser y en el estar.
¡Nos vemos a la vuelta!
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