Pesky little details

Indeed, que dirían algunos de nuestros personajes preferidos (ahora mismo me viene a la mente Wulfric, de Ligeramente peligroso), esos pesky little details de los que hablaba en la entrada anterior, Novela romántica y literatura, están en todas partes, y a veces no son tan pequeños y sí mucho más que molestos.

Sin ir más lejos, hace un par de días cotilleaba por Goodreads libros que pudieran llamarme la atención, por ver si salía de la rutina de mis autores fijos y ampliaba horizontes. Los resfriados, los días festivos y el buen tiempo conducen a estas cosas.

A lo que iba, Goodreads y sus sugerencias. Como he leído unos cuantos libros de fantasía, me sugería un título que había generado mucha expectación esa semana, The Queen of the Tearling, de Erika Johansen. Leyendo la sinopsis/el texto publicitario que acompañaba a la historia, de entrada no me hizo mucha gracia, porque iba de muchachita que se había criado aislada y que de repente se descubría que era la futura reina de, efectivamente, Tearling.

Siempre con ese espíritu de mantener la mente abierta y tal, busqué críticas (a ser posible sin spoilers), de las mejores y de las peores. Y como crítica destacada de estas últimas, me topé con una de una usuaria llamada Navessa. ¡Bingo! Todo lo que me inspiró para la entrada de la semana pasada estaba ahí, en esa crítica. Bueno, todo y un poco más, porque se nota que el libro le tocó la moral. De hecho, al principio de la crítica avisa, en mayúscula y en negrita, que se va a despachar a gusto.

No voy a fusilar la crítica, eso me parece de muy mal gusto, pero sí voy a usar unos párrafos que creo que ilustran a la perfección mi sentir, y el de bastante más gente, al respecto:

What I look for in the world an author builds, in the story that they tell, is creativity, believability when it comes to what they’ve created, accuracy, consistency and COMMON FUCKING SENSE.

¡Sí, sí, sí, sí, sí! ¡Síiiiiiiiiiiiiiii! Puto sentido común. Aunque sea un mundo inventado, si no tiene sentido, apaga y vámonos. Sentido y coherencia.

Y como ejemplo de lo que debería ser de sentido común, una escena de la que os pongo en antecedentes antes de pegar las palabras de Navessa: Unos aguerridos soldados tienen que trasladar a la futura reina a la corte para reclamar el trono y al poco tiempo de iniciar el viaje, se dan cuenta de que los persiguen. En un momento dado, deciden hacer un alto para pasar la noche…

How this would play out if this were a successful fantasy novel:
· The guards set watches
· They create a perimeter
· They sleep near the horses
· They don’t build a fire
· They keep absolutely silent

How it plays out in this failtasy:
· The guards put up the queen’s tent and don’t guard it
· They build a roaring fire
· They get shitfaced
· They sing bawdy tunes at the top of their lungs

Para que nos entendamos todos, estos curtidos soldados, la crème de la crème, lo más florido del ejército de Tearling, en vez de hacer turnos de guardia formando un perímetro alrededor del campamento, mantener los caballos vigilados, no encender fuego y estar más callados que en misa, resulta que levantan la tienda de la reina y la dejan sin protección, encienden una fogata que riete tú de las de San Juan, se emborrachan y empiezan a cantar tonadillas subidas de tono a pleno pulmón.

A estas alturas de la crítica, os puedo asegurar que estaba llorando de la risa. Esto, justo esto, es lo que puede sacar de la lectura y hacer que te entren ganas de quemar el libro en una hoguera de San Juan. ¡Coherencia, señoras y señores! ¡Sentido común!

Retomando el tema de los gustos y las críticas, si consigues desentenderte de esto y disfrutar del libro, genial. A quienes les ha gustado, chapó, pero no podrán negar que algo como lo del campamento folclórico-festivo es para tirarse de los pelos.

Si queréis leer la crítica completa, aquí está. Por cierto, esta chica escribe. Y si se mantiene fiel a lo que dice (y el estilo narrativo me gusta), puede que le eche un ojo.

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Un comentario en «Pesky little details»

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