En esta vida hay que acostumbrarse a los chascos. Y nos referimos a chascos de cualquier tipo: una entrevista de trabajo que sale mal, un ligue que parecía ir a más y se queda en nada, un plato que preparaste con todo esmero y acaba en la basura por incomible… o un libro que esperabas como agüita de mayo, con toda la ilusión del mundo, y que te deja con ganas de estampar el lector contra la pared.
Este fin de semana hemos pasado por esa experiencia (las dos, sí, que nos lo hemos leído casi a la par) con el último libro de Eloisa James, My American Duchess.
¿Portada sugerente? Pues la premisa de una norteamericana que consigue agenciarse un duque inglés tenía muy buena pinta… hasta que empezó la historia y pasamos del primer capítulo. Situaciones manidas, escenas que dejan ojiplática y un crecimiento personal de los personajes y de su relación casi nulo. ¿Dónde está la Eloisa James de los diálogos chispeantes? ¿Dónde está la que sorprendía? En este libro os decimos desde ya que no la hemos visto salvo en alguna escena suelta.
Siguiendo el sistema de puntuación de Goodreads (tan bueno como cualquier otro), estaría más en las dos estrellas que en las tres, y la tercera la conseguiría por cierta mejora al final del libro (pasajera) y la anécdota de las piñas. Cruzamos los dedos para que el siguiente libro de la serie Desperate Duchesses, titulado provisionalmente Seven minutes in heaven (la fecha de publicación que hemos encontrado habla del 1 de diciembre de este año), no vaya por los mismos derroteros.
En otro orden de cosas, mañana sale a la venta el siguiente de la serie In Death, de JD Robb: Brotherhood in death. Ojalá no nos llevemos otro chasco.
[…] del chasco que nos llevamos con el último de Eloisa James, no sabéis lo bien que sienta abrir el número 42 […]